En el centro urbano de Las Rozas, una de las mejores zonas del noroeste de Madrid, nace San Miguel 11, un conjunto exclusivo de ocho chalets pareados y adosados que combinan diseño contemporáneo, eficiencia y confort.
La promoción, en RÉGIMEN DE COOPERATIVA, se ha realizado para que cada vivienda tenga una cuidada atención a los detalles, integrando materiales y soluciones constructivas de alta calidad, con una arquitectura pensada para disfrutar del espacio y la luz natural. La distribución en tres plantas ?baja, primera y sótano?, ofrece amplias zonas interiores que se abren al exterior a través de amplios ventanales.
En la planta principal, el salón-comedor con cocina abierta conecta directamente con el jardín privado, creando un ambiente diáfano y luminoso que invita a compartir momentos en familia o con amigos. En el jardín, es posible incorporar la piscina como extra, para ampliar las opciones de ocio y descanso, en un entorno sereno y confortable.
Las viviendas disponen de cuatro dormitorios, uno de ellos en planta baja, distribuidos para garantizar funcionalidad y privacidad.
El proyecto reafirma su compromiso con la eficiencia y el bienestar al integrarse en cada vivienda sistema de aerotermia con suelo radiante y refrescante, que asegura una climatización estable y sostenible durante todo el año.
Ubicación
Vivir en el centro urbano de Las Rozas es disfrutar de un equilibrio perfecto entre naturaleza, bienestar y conexión. En esta zona privilegiada del noroeste de Madrid, la vida transcurre con ritmo propio: cercana, tranquila y con todo al alcance.
Las viviendas se sitúan en un entorno residencial consolidado, con rápido acceso a la A-6, M-505 y M-50, lo que permite desplazarse fácilmente a Madrid sin renunciar al sosiego y la calidad de vida que ofrece la Sierra.
A pocos minutos, los residentes cuentan con amplia variedad de colegios, zonas deportivas, comercios y espacios de ocio como Las Rozas Village, Gran Plaza 2 o Heron City, que amplían las opciones para disfrutar cada día. Aquí, la comodidad se une a la calidad de vida, en un enclave donde la ciudad y la naturaleza conviven para medir el tiempo en experiencias, no en distancias.